«De todos los ferrocarriles mineros de finales del XIX y principios del XX en la provincia de Almería, el Lucainena-Aguamarga fue posiblemente el que mejor cumplió su función, y por un período de tiempo más dilatado. Y ello a pesar de que, en principio, la relativamente grande distancia de las explotaciones mineras al punto de embarque y la difícil orografía parecían comprometer seriamente su rentabilidad».
Solamente este párrafo tiene el suficiente poder como para intentar conocer algo más de tal proyecto, pero, si se añade que en la actualidad su trazado se conserva en su mayor parte, que existen restos de las antiguas instalaciones y que el último tramo discurre por el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, con ese deseo de conocimiento aparece también otro de hacer el correspondiente recorrido.
Conservación
Y es lo que se propone desde una de las rutas del Atlas de Patrimonio Industrial de Andalucía Oriental, proyecto incentivado por la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía y los Fondos Feder de la Unión Europea, al mismo tiempo que se sugiere hojear ‘Trenes, cables y minas de Almería’, de José Antonio Gómez Martínez y José Vicente Coves. La iniciativa ha cobrado un mayor interés aún con la reciente puesta en marcha de la Vía Verde de Lucainena de las Torres y las actividades paralelas que han empezado a desarrollarse.
Desde la página web patrimonioandaluz.com se recomienda iniciar la ruta en el emplazamiento de los ocho hornos de calcinación construidos para aumentar el tenor metálico del mineral dado que presentan un buen estado de conservación y que un carril asfaltado a la derecha de la carretera de entrada al pueblo señaliza el correspondiente acceso. Además en ese punto se cargaba el mineral procedente de las distintas minas.
Depósito de agua
La casa gerencia de la Compañía Minera de Sierra Alhamilla, junta la que pasaba la vía, es señalada como el siguiente punto de interés del recorrido. El antiguo trazado está reconvertido en pista asfaltada en la del pueblo hacia Níjar, aunque luego se pierde y aflora de manera puntual en el serpenteo que hace junto a la Rambla Alías, tal como se describe la ruta. La antigua vía se cruza si en ese recorrido se toma el camino de Polopos, aunque patrimonioandaluz.com destaca, por su interés, los enormes estribos de los ya desmantelados puentes metálicos del Molinillo y la Rafaela sin olvidarse de los otros más pequeños de Rambla Honda y Juaraquín.
El recorrido permite ver los restos correspondientes al depósito de agua de la estación Camarillas, una de las tres intermedias de la línea junto con Peralejos y Palmerosa, que estaban en los puntos kilométricos 8, 16 y 28 de los 39 de longitud total. Se encuentra en la Venta del Pobre, más en concreto en la glorieta de la que parte la carretera a Carboneras, presenta una forma cuadrada y es de mampostería su construcción. Distintos cultivos e invernaderos ocupan ahora el trazado de la vía, que no vuelve a reaparecer hasta el cruce de esta carretera con la de Aguamarga. Han sido desmantelados los puentes, cinco de acuerdo con la obra de Gómez Martínez y Coves: Rafaela, Molinillo, Los Arcos, Polopillos y La Cámara.
Actividad
La página web considera que la parte más interesante del recorrido es la del complejo de descarga de Aguamarga, a la que puede llegarse de modo independiente sin necesidad de haber realizado el recorrido descrito. Desde una pequeña meseta una pequeña meseta, a la que se accede nada más salir de Aguamarga, se vuelve a producir el enlace con el trazado de la vía y, a la derecha, es posible apreciar un conjunto de planos inclinados, depósitos, tolvas y horno de calcinación, que la ruta califica como «espectacular» al mismo tiempo que considera que, con tal vista, «no resulta difícil imaginar la frenética actividad que debía desarrollarse allí». Es en este punto en el que terminaba la vía férrea y la descarga se hacía a través del plano inclinado, que puede verse y hacerse una idea de esa inclinación si la mirada sigue por todo el acantilado. Los depósitos tenían una capacidad para 45.000 toneladas y contaban con otros auxiliares para no depender de las vicisitudes de la navegación. Patrimonioandaluz precisa que ha desaparecido el gran muelle metálico cantilever invertido, de 70 metros de largo.
Con la perspectiva en la ensenada de Aguamarga se distingue también otro plano inclinado hasta la playa y que, a diferencia del que descargaba minerales en sentido descendente, servía para subir abastecimientos para al ferrocarril, como carbón y repuestos, procedentes de los mismos barcos que se llevaban el mineral. Solamente el filón de la galería excavada a 38 metros en 1901 tenía 1.850.000 toneladas. Capital español, inglés y alemán había en la Compañía Minera de Sierra Alhamilla (CMSA).
Información generada por ideal.es. Última actualización 14/09/2010.