Desde la primera guía telefónica de Granada, donde el teléfono del Arzobispo era el que figuraba en primer lugar, hasta una colección de teléfonos pertenecientes al tranvía de la ciudad, o diferentes modelos de máquinas de vapor y lámparas que iluminaban las calles de la ciudad con gas. Una ciudad que en aquella época olía a carbón, y donde, poco a poco, se daba el paso a la modernidad.
Hoy, el Centro Cultural de CajaGRANADA acoge la exposición «El poder del ingenio», una muestra en la que se recogen diferentes hitos en el desarrollo tecnológico contemporáneo, a través de las piezas de la ingente colección del ingeniero Miguel Giménez Yaguas. Un denominador común el de las 280 piezas que componen esta peculiar muestra expositiva: enseñar de forma didáctica, práctica y accesible diferentes avances tecnológicos que, gracias a su aplicación, redundan en la sociedad.
Durante la inauguración de esta cita imprescindible, el vicepresidente de CajaGRANADA Fundación, Luis González, ha comentado que «es necesario felicitar y agradecer a Miguel su labor de preservación y cuidado de este patrimonio», asegurando que gracias a esto, cualquier visitante podrá «contemplar la belleza del pasado desde la óptica de los procesos de industrialización. Y por eso, es necesario destacar su papel de mecenas y el esfuerzo que ha realizado para trasladar a la sociedad este trabajo de conservación».
«No me considero coleccionista», ha explicado Miguel Giménez Yanguas, que ha expuesto cómo crecer en las fábricas de azúcar, en un momento en el que eran un ejemplo vivo de las técnicas antiguas, vivir sus cambios y adaptación a la modernidad, «me ha llevado a buscar este tipo de objetos, que muchas veces han llegado a mí por casualidad, iniciando una importante labor de preservación y exposición».
Estas 280 piezas son un 20% del total que Giménez posee. «Parte de su colección alberga en realidad los restos de un naufragio, aquel que borró los rastros de uno de los periodos más dinámicos y llenos de novedades que vivió la ciudad y la provincia: el azúcar, la electrificación, la red tranviaria, la modernización urbana, o los nuevos sistemas de comunicación», ha comentado el comisario de la muestra, Javier Píñar.
Entre la turbina hidráulica y el transistor discurre el vapor, el gas y la electricidad; los avances en la cuantificación y medida de las magnitudes; los prodigios vinculados al registro y trasmisión de la escritura, la imagen y el sonido, tan sorprendentes en su momento y tan cotidianos para la ciudadanía. Se trata, en definitiva, de que el recorrido por los propios objetos descubra la génesis histórica de ciertas innovaciones tecnológicas que se hallan plenamente insertas en la realidad actual y han moldeado, generación, tras generación, el particular modo de aprovechar los recursos, dominar nuevas fuerzas, desplazarnos y consumir información.
Información generada por abcandalucia.es, Rita M. Marín. Última actualización 12/03/2015.