La Consejería de Cultura ha iniciado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Lugar de Interés Industrial, el muelle-cargadero y núcleo urbano del Puerto de la Laja, la antigua línea del ferrocarril minero y el poblado de la Cañada del Sardón, en El Granado (Huelva). Estos elementos patrimoniales atestiguan la intensa actividad minera de la comarca del Andévalo onubense desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX.
El muelle del cargadero, ubicado en la margen izquierda del río Guadiana, y el poblado de la Laja han estado vinculados históricamente con este río, que ha desempeñado un papel clave en la conformación del paisaje industrial y de la actividad portuaria. En torno a la parte fluvial incluida en el expediente de protección, que comprende la lámina de agua enfrentada al muelle-cargadero hasta el límite del término municipal de El Granado, se desarrollaba toda la actividad de carga y descarga de mineral, transporte y comercialización.
Frente al muelle-cargadero se encuentra localizada en el río la Zona de Servidumbre Arqueológica del Puerto de la Laja, un espacio subacuático protegido por la Junta desde abril de 2004 junto a otras 41 áreas más de las aguas continentales e interiores, mar territorial y plataforma continental ribereña de Andalucía, en el que se presume fundadamente la existencia de restos arqueológicos de interés.
Viviendas mineras
La construcción del muelle-cargadero trajo consigo la fundación, en el último cuarto del siglo XIX, del asentamiento del Puerto de la Laja, un poblado que se caracteriza por las ‘cuarteladas’, tipología típica de viviendas mineras, de reducidas dimensiones y organizadas en manzanas dispuestas en hileras paralelas. Entre estas edificaciones sencillas, de una o dos plantas, sobresalen en este asentamiento otros edificios de mejor factura y dimensiones, como la antigua casa del ingeniero, la capilla o la casa de los curas.
Respecto a la antigua línea del ferrocarril minero, también incluida como Bien de Interés Cultural, se trata de una obra del ingeniero alemán Guillermo Roëdiguer Zemmermann, que también construyó las líneas de Buitrón, Riotinto y Zafra. De las estructuras que aún persisten destacan el puente del paraje de la Fragua y el puente del Charco Lobo de 1890.
Durante la segunda mitad del siglo XX, momento de esplendor económico, tuvo lugar la ampliación de la línea ferroviaria desde la estación y núcleo de El Sardón hasta el Puerto de la Laja, así como la modernización del muelle-cargadero del puerto fluvial.
A la antigua línea del ferrocarril se suma en el expediente el poblado de la Cañada del Sardón. Éste nació como un pequeño asentamiento que primero daba cobertura a las funciones de almacenamiento y carga de mineral, cuando funcionaba el cable aéreo que transportaba el mineral hasta el Puerto de la Laja, y después se configuró como estación de ferrocarril, cuando se construyó en 1912 el último tramo de trazado ferroviario. Aunque en la actualidad ya ha perdido tanto su función ferroviaria como minera, es un escenario clave para recuperar el pasado minero del Andévalo.
Noticia generada por juntadeandalucia.es. Última actualización 05/04/2010