El pasado viernes 22 de febrero se celebró, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba, un cine-fórum sobre el documental La Madre, una historia de colonialismo industrial, película que tiene a sus protagonistas en el Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) y en las personas vinculadas a su historia.
El acto, dirigido por Juan Manuel Cano y respaldado por FUPIA, gozó de una amplia respuesta popular. Ello derivó en un interesante y prolongado debate en el que participaron especialistas de la talla del Prof. Dr. Miguel Ángel López-Morell, el Dr. Luis M. Prados, el Prof. Dr. Rafael Hernando Luna, el Prof. Dr. Alberto León, el Prof. Dr. José Antonio Garriguet o el Dr. José García Romero, sin olvidar a otros colegas y profesionales de dentro y fuera del ámbito cordobés, ni tampoco la aportación fundamental de los vecinos de Peñarroya y sus asociaciones en defensa del patrimonio (La Maquinilla -con Rubén Cañamaque- y Desde la Cima).
Las conclusiones alcanzadas fueron muchas y variadas, relativas tanto a aspectos cinematográficos como históricos, económicos, sociales y patrimoniales. Uno de los pocos puntos en los que hubo acuerdo entre todos los asistentes (muestra, por otro lado, de la intensidad del debate) fue la necesidad de rescatar, con toda urgencia, el legado material e inmaterial de la SMMP en Peñarroya, que tiene en el Cerco Industrial y en el Barrio Francés (ambos terriblemente amenazados hoy día) exponentes de un valor universal. Iniciativas como el documental La Madre pueden contribuir de manera efectiva a la preservación de la memoria del trabajo en Peñarroya, así como a la sensibilización de la población hacia un patrimonio industrial tan rico como denostado (en el que, tal vez, la sociedad peñarriblense pudiera encontrar una válvula de escape a la profunda y dilatada crisis que arrastra el municipio y su territorio desde la marcha de la todopoderosa SMMP). El cine-fórum puso de manifiesto que una parte muy importante de la población de Peñarroya encuentra en su patrimonio industrial una seña de identidad y reclama su salvaguarda y reactivación; la realidad, sin embargo, es otra: SOS Patrimonio Industrial de Peñarroya.